Tras atravesar el llamado «infierno» del Tapón del Darién, una región inhóspita que se prolonga durante la frontera entre Panamá y Colombia, para llegar a la frontera entre USA y México, los migrantes combaten múltiples óbices.
El Sacerdote Jesuita (SJ) Conrado Zepeda, Directivo del Servicio Jesuita a Asilados (SJR) en México, comentando en el software De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Novedades el primer día de la semana 1 de agosto, ha dicho el Das La primera “ calvario” que hallan los migrantes al llegar a México tras atravesar el río Darién es hallarse en un “pueblo prisión” como Tapachula, donde los servicios de petición de documentos están “limitados” para la gente que desean residir legalmente en ese país.
Cruzando cinco países
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Quienes consigan llegar de Colombia a Panamá mediante la Selva del Darién van a deber seguir su viaje por Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México antes de poder llegar a los USA alcanzado . Todos estos países requieren visas a los de venezuela, con lo que los migrantes se ven forzados a transitar por sendas irregulares y contratar al líder de los llamados coyotes.
El venezolano Gabriel -nombre empleado para resguardar su identidad-, de 35 años, ha dicho en entrevista con El Pitazo que después de salir de la selva del Darién con su mujer y sus 2 hijos, abordaron autobuses por tierra y lanchas habían viajado a USA. Unidos, e inclusive caballos para atravesar las fronteras de los seis países de la da un giro.
La frontera entre USA y México el día de hoy
Hoy día, los migrantes que procuran cobijo en USA tienen que combatir las políticas migratorias usadas a lo largo de la administración de Donald Trump, incluyendo el Título 42 y Mantenerse en México (Stay in México) .
Si bien la administración de Joe Biden ha prometido prosperar la situación de inmigración, sigue sin cambios. El 30 de junio, la Corte Suprema de EE. UU. autorizó al presidente a terminar a Mantenerse en México, pero un mes tras el fallo, hubo silencio.
Informe del viaje
Drost y Federico trabajaron en única en este ambicioso emprendimiento a lo largo de seis meses, al tiempo que Villalón administró eminentemente la logística y los contactos del viaje y las fotografías para The Californian Sunday Magazine.
La etapa de estudio consistió de tres semanas en el lugar: una en Capurganá, Colombia; uno hace el paseo migratorio caminando y otro en Panamá. Tras eso, Drost y Federico tardaron entre 2 y tres meses en redactar y modificar los programas de televisión. Además, Drost completó el producto para la gaceta tras tres intensos meses de trabajo ininterrumpido.
En la elaboración de esta historia, el nivel de seguridad personal que produjo Drost hacia sus fuentes fue primordial dado el peligro que los migrantes tienen la posibilidad de sentir de ser determinados en un producto periodístico. «Pasar por esta experiencia juntos fue de mucha ayuda», enseña Drost. “Cuando menos para el producto de la gaceta, mi estrategia fue no realizar entrevistas en hondura con los migrantes ajeno, si bien sabía que los precisaría para quien se transformara en el personaje principal de la obra, y debería entrevistarlos para muchas, muchas horas”. Su enfoque en la ruta de la migración se centraba únicamente en entender a la multitud, tener un concepto de de qué manera son y crear una relación con ellos.
Detención por ICE: lo mismo que prisión
El desarrollo de detención para mayores es difícil y en buena medida arbitrario. 2 mayores que llegan al tiempo pero en distintos puntos durante la frontera tienen la posibilidad de recibir un trato muy distinta, aun si ninguno representa una amenaza para la seguridad gracias a una actividad delictiva previo. Mientras que la CBP y el ICE deciden el próximo paso, estos presos aguardan en celdas pequeñas donde el aire acondicionado es especialmente fuerte: se los conoce como hieleras o refrigeradores, donde la multitud pasa unas 48 horas. Si bien a los migrantes se les dan frazadas de aluminio, la temperatura en la celda es como un anestésico y todos se quedan relajados y aguantan el frío.
Desde allí, los presos son trasladados a los centros de detención de ICE, la mayor parte de los que están situados en los estados de Texas, Arizona, Louisiana y Mississippi.