En el enfrentamiento habitual sobre las declaraciones soteriológicas del calvinismo, con frecuencia va a ver que los no calvinistas mencionan a Juan 1:12 para enfatizar la compromiso del hombre de «recibirlo» para tener el derecho de transformarse en un hijo de Dios.

Juan 1:12: “Mas a todos y cada uno de los que le han recibido, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, aun a los que creen en su nombre.

Jesús y Emmanuel

Mateo 1:21-23 nos ofrece 2 nombres de esta hermosa y única Persona, Jesús y Emmanuel:

“Y va a dar a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, pues él es quien salvará a su pueblo de sus errores. No obstante, todo lo mencionado sucedió a fin de que se cumpliese lo que había comunicado el Señor por medio del profeta, en el momento en que ha dicho: «Hete aquí que la virgen concebirá y va a dar a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel» (que en nuestro idioma sería Dios con nosotros).»

Nacemos en la familia de Dios por un acto sobrehumano de Dios.

Hay, no obstante, 2 condiciones que debemos cumplir; en otras expresiones, Dios va a hacer nosotros sus hijos—¿cuándo? El versículo 12 nos comunica. Debemos: (1) recibir al Señor Jesús; y (2) opinar en su nombre. Tomemos primero el segundo. ¿Qué es lo que significa «opinar en su nombre? Su nombre representa su persona y su obra. En Mateo 1:21 y Hebreos 7:25, se nos comunica que él es más que nada el Salvador de todos y cada uno de los que en él confían y forman parte a él. Opinar en su nombre significa opinar que él es todo cuanto afirma ser: el Salvador y Señor de su pueblo, pero no debemos opinar únicamente en su n om para resultar hijos de Dios; debemos recibir al Señor Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida. ¿Qué es lo que significa? Significa tomarlo, admitirlo y ofrecerle la bienvenida – ver Apocalipsis 3:20 ¿De qué manera se transforma un individuo en hijo de Dios? Al opinar que el Señor Jesucristo es capaz y está presto a salvarlo, y al recibirlo, el Salvador mismo, en su corazón y en su historia. En el momento en que alguien cree y recibe así, Dios lo forma como hijo de el. Él nació en Su familia.

Si deseamos medrar espiritualmente, es de escencial relevancia que realmente hayamos nacido nuevamente (Salmo 87:4-6) y hayamos recibido la vida eterna (1 Juan 5:12), ya que solo de esta manera nos resulte posible medrar (1 Pedro 2:2 y 2 Pedro 3:18).

Descompone los elementos clave de Juan 3: 5

#1 «Jesús respondió:» Un término clave, «muy honestamente te lo digo». Lo que prosigue es todavía una declaración que merece la pena tomar seriamente y vivir.

#2 «absolutamente nadie puede ingresar…» Absolutamente nadie puede ingresar pues «Todos están depuestos de la gloria de Dios» (Rom 3:21). No existe quien lleve a cabo el bien (Sal 53,3). No existe quien no peque (1 Jn 1,8-diez). Por ende, solo hay una manera de ser salvo, y la próxima es la manera.

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