La crónica de Ymir es un mito de creación en la mitología norteña. Empieza con su entrenamiento y acaba con Odin y sus 2 hermanos matándolo y utilizando su cuerpo para hacer el planeta. Hasta entonces, creó otros colosales, que afloraron de sus piernas y del sudor bajo sus brazos mientras que dormía.

Como se mentó previamente, Ymir se adiestró en Ginnungagap, el espacio vacío (ciertos dicen caótico) entre los fuegos de Muspelheim y el frío helado de Niflheim. Como un tornado, se materializó en el momento en que el calor se halló con el frío.

¿Quién es Ymir?

En la mitología norteña, Ymir se conoce como el primer ser. Era un enorme desarrollado desde gotas de agua que se formaron en el momento en que el hielo de Niflheim se mezcló con el calor de Muspelheim. Fue reconocido como el padre de todos y cada uno de los colosales de hielo. La narración de la creación norteña afirma que su cuerpo hermafrodita causó seres que seguirían a lo largo de incontables generaciones. Su viaje acabó en catástrofe, pero gracias a su naturaleza maligna, absolutamente nadie puede sentir lástima por el enorme. Su desaparición condujo a la creación del hombre y de la Tierra.

En el mito nórdico de la creación, la historia empieza como muchas otras historias de la creación. Al comienzo no había nada. No había arena, ni mar, ni olas. Ni el Cielo ni la Tierra existían. No obstante, bastante antes que se creara la Tierra, se creó Niflheim. Contenía un manantial que desembocaba en 12 ríos. En la parte sur se encontraba Muspell, que hacía un calor increíble y se encontraba custodiado por un enorme llamado Surt que portaba una espada llameante. Al norte se encontraba Ginnungagap. Los ríos se congelaron aquí y todo se encontraba cubierto de hielo. El aire caluroso de Muspell llegó al frío de Ginnungagap, lo que provocó que el hielo se descongelara y goteara. Las gotas se espesaron y han comenzado a tomar la manera de un hombre. Fue la creación de Ymir, el antepasado de todos y cada uno de los colosales de hielo.

Ymir, el aullador

De manera frecuente se detalla a Ymir como la primera entidad en nacer y el antepasado de todos y cada uno de los colosales, pero no el antepasado de todas y cada una de las cosas.

Su nombre, Ymir, significa «aullador» en nórdico viejo. Asimismo se le llama Aurgelmir, que significa «gritador de arena o grava», Brimir, que significa «humedad de la sangre», y Blainn, cuyo concepto no se sabe.

Comparación entre Ymir y Cronos, Odín y Zeus

Las naciones del Norte, como los helenos, pensaban que el planeta había salido del caos; y al paso que el segundo lo describió como una masa vaporosa y sin forma, el primero, bajo la influencia por su ambiente inmediato, lo describió como un caos de fuego y hielo, una combinación que es bastante comprensible para cualquier persona que haya visitado Islandia y visto la naturaleza salvaje. . , un contraste especial entre su suelo volcánico, que aflora de los géiseres, y los enormes icebergs que la cubren a lo largo de la extendida y obscura temporada de invierno.

De estos elementos opuestos, fuego y hielo, nacieron las primeras deidades, que, como los primeros dioses de los helenos, eran de estatura gigantesca y fachada ramplona. Ymir, el gran enorme de hielo, y sus descendientes, son equiparables a los Gigantes, quienes asimismo fueron fuerzas elementales de la Naturaleza, personificaciones del fuego subterráneo; y los dos, habiendo gobernado por un tiempo, se vieron obligados a ceder a una mayor perfección.

Se le da un óptimo empleo al cuerpo

Odín y sus hermanos decidieron ofrecerle un óptimo empleo al cuerpo de Ymir. Era tan colosal que debió ser movido antes que se pudiese hacer algo mucho más en Ginnungagap, con lo que eligieron rehacerlo en un nuevo planeta.

Cada una parte del cuerpo de Ymir se usó para hacer el nuevo planeta. Las fuentes sobrevivientes pintan un cuadro vívido de lo que sucedió en el desarrollo.

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