Toda la prueba histórica hoy en día libre recomienda poderosamente que los humanos han creído y adulado a las deidades a lo largo de bastante tiempo. El culto a las deidades es prácticamente seguramente es previo al advenimiento de la escritura por millones de años, si no centenares de miles. Dada esta historia vieja, no es de extrañar que bastante gente se preguntaran quién era la deidad o deidades mucho más viejas.

En el artículo, exploraré ciertas deidades mucho más viejas que se conoce que los humanos adoraron, empezando con probables ejemplos del Paleolítico superior y continuando con el Mesolítico y el Neolítico. Por último, concluiré con las primeras deidades cuyos nombres están de manera directa atestiguados por escrito en la vieja Sumer en el final del periodo Uruk (duración cerca del 3500 – cerca del 3100 a. C.).

Krishna

Krishna, asimismo popular como Shri Krishna, Vasudeva, Govinda, Gopal y Madhusudan, es la octava encarnación de Vishnu y entre los pensadores y guerreros mucho más conocidos del hinduismo.

Era hijo de Basudev y Devaki. Se encontraba designado a matar a su despiadado tío Kansa, rey de Mathura. Fue criado por sus progenitores adoptivos Yashoda y Nanda en Gokul para resguardarlo de los intentos de asesinato de su tío.

Arinna: la diosa del sol hitita

Nombre: ArinnaReligión: mitología hititaReinos: Diosa del solFamilia: mujer de Tarḫunna; mère de Mezulla, Nerik, Zippalanda et TelipinuFait amusant : les couples royaux ont fait don de disques de métal précieux, représentant le soleil, à son temple chaque année

Arinna est d’accord avec l’idée même de vendre el sol. Como Diosa de la Luz, es diferente a la mayor parte de los otros Dioses del Sol. En vez de traer la luz del día con un carro, Arinna se sumergió en el culto de la familia real.

¿Dios es una mujer?

Según las opiniones de los arqueólogos, desde el principio de la vida humana en la Tierra, un dios era una mujer. Y no lo creyeron bien al comienzo. Además de esto, los humanos han creído que Dios es mujer durante más de 200,000 años.

Si bien muchas etnias estiman que Dios como mujer es una herejía, hay prueba de adoración a deidades femeninas.

a. Qué es lo que significa ser temporal: un primer pasaje

La situación mayoritaria el día de hoy, por lo menos entre los pensadores, es que Dios es eterno pero temporal. Esto es, Dios jamás empezó a existir y jamás va a desaparecer. Dios, no obstante, experimenta la sucesión temporal. En otras expresiones, Dios experimenta algunos acontecimientos (p. ej., el primer siglo) antes de presenciar otros (p. ej., el siglo XXI). Si Dios es temporal, su vida, pensamientos y acciones tienen una localización temporal. Existe en el instante presente (y existió en todos y cada instante pasado y va a existir en todos y cada instante futuro). En el mes de agosto, pensaba en la ola de calor en el Medio Oeste. En el siglo XIII, escuchó y respondió las frases de Tomás de Aquino pidiendo entendimiento. Sus relaciones, como las del resto de nosotros, suceden en instantes particulares.

La afirmación de que Dios es atemporal es una negación de la afirmación de que Dios es temporal. Primero, Dios existe, pero no existe en ninguna parte en el tiempo. En vez de argumentar que Dios es eternamente eterno y, por consiguiente, existe en todo instante, esta situación es que Dios existe pero no existe en ningún instante. Dios está absolutamente alén del tiempo. Podría decirse que si bien Dios no existe en ningún instante, Dios existe en la eternidad. En otras expresiones, la eternidad puede considerarse un espacio no temporal, pues cualquier punto en el tiempo es un espacio temporal. Seguidamente, se estima que Dios no conoce la sucesión temporal. La relación de Dios con cada acontecimiento en una secuencia de tiempo es exactamente la misma que su relación con algún otro acontecimiento. Dios no experimenta el primer siglo antes de presenciar el veintiuno. Estos 2 siglos son vividos por Dios en un “en este momento atemporal”. Conque más allá de que es verdad que en el siglo XIII Tomás de Aquino oró por comprensión y lo recibió, la contestación de Dios a sus frases no es algo que asimismo sucediese en ese siglo. . Dios, en su estado atemporal del ser, escuchó las frases de Tomás de Aquino y las respondió. No los escuchó primero y después les respondió. Él escuchó y respondió en un momento eterno; en verdad, lo logró en exactamente el mismo momento eterno en que escucha y responde las frases brindadas en el siglo XXI.

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