Henry Selick grabó hace 20 años El extraño planeta de Jack (1993), esta increíble narración acerca de la personificación de la mítica Vieja Pascua a manos del mismísimo Jack Skellington, el Rey de Halloween. La película fue creada bajo la tutela de Tim Burton como productor, lo que se siente por medio de la estética y los individuos góticos de una obra fundamentada en la técnica del stop motion y que hereda la tradición cinematográfica del enorme Ray Harryhausen (Jason and the Argonautas). A lo largo de múltiples años, Selick vivió a la sombra del genio de Burton, si bien merced a James and the Giant Peach (1996) y, más que nada, a Coraline (2009), logró probar sus virtudes como creador, diseñador y escenógrafo. A esto se aúna una mayor hondura en la construcción de individuos en oposición al pastiche visual del trabajo de Burton en El cadáver de la novia (2005) y Frankenweenie (2012).

El punto culminante de la carrera de Selick fue Coraline, una película fundamentada en la obra infantil del mismo nombre de Neil Gaiman y producida por Laika Studios (The Boxtrolls). Es una película clave en la combinación entre la técnica del stop motion y la utilización de efectos digitales, pero resalta no solo por su increíble hermosura, sino más bien asimismo por el hecho de que aborda algunos temas que se semejan mucho más al cine para mayores que al cine para pequeños. . . Coraline es la novedosa inquilina de la vivienda Palacio Rosa, un espacio distanciado de la región y donde prevalecen los colores grises y amarillentos. Es asimismo una muchacha curiosa, antojadiza y también intrépida que mira con determinado desdén el abandono y desapego de sus progenitores. Temas como el abandono, la soledad y la excentricidad son explorados en una película que menciona a sitios mucho más áridos y se vincula con la usurpación de identidad, el rapto y el castigo infantil y, en menor medida, la tortura. La película de Selick traduce muy habilidosamente los estados de ánimo de un joven personaje principal que evoca la aventura y la decepción propias de la niñez.

Antes de empezar: El espíritu de Neil Gaiman

Nacido el diez de noviembre de 1960 en Portchester, Inglaterra, Neil Gaiman es un creador bien conocido. Su deseo de ser escritor estuvo presente desde su niñez, con lo que abandonó la escuela para redactar en columnas, opiniones y realizar entrevistas.

Fue en una de estas entrevistas que conoció a Alan Moore, tras lo que volvió su afición por redactar cómics y comenzó a redactar guiones para novelas gráficas, siendo incriminado por exactamente el mismo escritor británico.

Opinión

Me agradó bastante el libro y la película, por la historia, el temor y la aventura, pero asimismo por el desarrollo personal del personaje principal.

Coraline debe tomar resoluciones bien difíciles, pero asimismo empieza a entender un planeta mucho más rico y complejo, el de sus progenitores.

Pienso que el libro, singularmente esta edición, con el apoyo de las ilustraciones de Chris Riddell, es un tanto mucho más obscuro que la película. Esto, si bien con algo de temor, está mucho más atenuado para los pequeños. Soy fanático del stop-motion y pienso que crea un ámbito inquietante conveniente para un libro inquietante. En los dos casos, la inocencia y la simpatía que despiertan los individuos hacen que la historia sea entrañable y creíble pese a la fantasía. Quisiera que gocéis de los dos formatos tanto como yo.

¿De qué forma tiene por nombre el chaval de las Carolinas?

Mientras que conoce su ambiente, Coraline está con un gato negro callejero y un niño llamado Zaki (Waibi en la versión en inglés).

La ortografía adecuada es Coraline. – ¡Es imposible!

El arte tras el stop-motion

Coraline and the Secret Door no solo tiene una historia atrayente, sino más bien asimismo un trabajo de producción increíble para realizar tangible cada escena. Para conseguir el resultado definitivo se usaron 150 juegos. Se hicieron 2 de cada espacio, esto dado a que las atmosferas de todo el mundo real y del otro planeta no son iguales.

Solo para el personaje de Coraline se hicieron 28 marionetas, tal como 6.300 caras para expresar las distintas conmuevas de la personaje principal. El arte del stop-motion radica en fotografiar individuos y elementos en distintas situaciones. Es de esta forma como, en el momento en que por último te unes a ellos, consigues un vídeo fluido. Comunmente estos se graban bajo las reglas de 24 cuadros por segundo.

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